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Con cuatro victorias en 2025, Matteo Moschetti está dispuesto a llevarse su primera etapa en el Giro. Nos sentamos para hablar de esprints, rivales y sus nuevas zapatillas Q36.5.
Matteo Moschetti no es el tipo de velocista que muestra la necesaria agresividad en el último kilómetro. Como el mismo afirma, si quedarás con él para tomar un café una mañana, te costaría imaginar que ese joven relajado y cortés que tienes delante se pasa el día arrancando a 80 km/h entre ciclistas y barreras. Pero ese talante no le ha impedido ser uno de los velocistas más exitosos del pelotón en 2025. Con cuatro victorias ya en su haber este año, tiene derecho a creer que por fin tiene una victoria en el Giro a su alcance. Nos sentamos con él para hablar sobre cómo es esprintar sin un “tren” propio, sus rivales, sus nuevas zapatillas especiales Q36.5 y la presión que siente por ganar su primera etapa del Giro…
Siempre parto de la idea de que hay que respetar a todos pero no temer a nadie. Es el Giro y todos los corredores están ahí para ganar y dispuestos a hacer lo que sea para lograrlo, así que la competencia será feroz. Pero si miro mis resultados de este año, creo que es justo pensar que puedo conseguir un buen resultado.
Es una forma de apostar… Si tienes un “tren” propio, puedes tomar decisiones, dar órdenes a tus compañeros; ir a la derecha, a la izquierda, frenar, acelerar… Sin esos compañeros, simplemente tienes que arriesgarte individualmente y elegir una rueda a seguir. Para ganar de esta manera, tienes que cultivar una especie de sexto sentido de adaptación. Hay que ser flexible. Necesitas estar atento y tomar decisiones rápidas. Tener una visión de 360°. La capacidad de pasar de una rueda a otra.
La victoria en Alula fue un ejemplo de combinar buenas decisiones y un buen posicionamiento. Después se dijo que había sido el último kilómetro más rápido de la historia del ciclismo, pero justo en ese momento estaba concentrado en evitar a otros ciclistas, en mantener la mejor rueda, en escoger el momento idóneo para lanzar el esprint… Estaba tan concentrado que ni siquiera me di cuenta de lo rápido que habíamos ido, aunque la etapa era un circuito y ya habíamos pasado antes por meta. Disfrutamos de la rapidez de ese primer plato gracias gracias al viento a favor, la carretera ancha y sin obstáculos y a una ligera bajada en los primeros 500 m…
Como sprinter, algo que realmente aprecio es sentir el contacto más directo posible con el pedal, y sé que esto es algo en lo que Luigi [Bergamo, fundador de Q36.5] ha estado trabajando con el nuevo zapato Unique, afinando cada vez más la suela… y solo puedo decir que el producto final es un paso increíble hacia adelante. Nunca había tenido una sensación de transferencia de potencia tan directa. Y lo que me sorprende es que, a pesar del enorme aumento en la transferencia de potencia, el zapato sigue manteniendo la sensación de «calcetín» del zapato Unique anterior. Me encanta apretar los Boas tanto como sea posible y tener esa sensación de estar totalmente fijado, con cada vatio de potencia yendo directamente al pedal…
He corrido el Giro dos veces y he tenido algunos resultados en el top 5 y top 10, pero nunca he estado en el podio. No siento mucha presión, pero parece legítimo llegar al Giro con la motivación de ganar esta vez, porque hasta ahora he tenido una temporada muy buena.
En una palabra: potente. Creo que fuera de la bici soy una persona bastante relajada y normal. Pero sobre la bici, en el último kilómetro, cuando tengo un objetivo, soy capaz de transformarme y sacar toda mi determinación y otras características que, si me conocieras en el bar, nunca sospecharías que tengo en mí.
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