Los guantes son básicos para todos los ciclistas. Protegen las manos de los roces y vibraciones continuas del manillar o en caso de caída. En invierno, la opción ideal son los guantes completos, con posibilidad de ser impermeables y térmicos: protegen del viento, el agua y el aire frío sin sacrificar la comodidad y la libertad de movimiento. Los guantes cortos son perfectos para el verano porque dejan libres los dedos y ofrecen transpirabilidad para la palma y la parte trasera de la mano.